La velocidad de la mirada

Publicat a / Publicado en Abrazos

Esta primavera, cuando Uixa ha mudado el pelo, se ha quedado pelona pelona, áspera, encrespada, y ha perdido bastante peso. Es normal que se autorregulen de apetito y peso y que eso coincida con el cambio al armario de verano, pero por un momento estaba muy expectante por si alguna cosa no iba bien.

Después de unas semanas comenzó a crecer el nuevo manto y a recuperar peso. Cuando te dije: “se le están volviendo a poner unas buenas ancas” tú te giraste un poco a la defensiva y me contestaste: “tiene el culo que ha de tener”. Entendido.

Inmediatamente me acordé de lo que nos decía de mozas la madre de Mònica cuando nos veía inseguras con nuestro aspecto. Ante las prevenciones: me veo más ancha de caderas, me marca demasiado los muslos, me veo con poco pecho… y demás hasta pasar por todos, siempre decía con una sonrisa dulce de comprensión y complicidad: “a los que te miren de prisa no les importa y a los que te miren despacio, tampoco”.

Pienso que he tardado demasiados en entender que la mirada también tiene velocidad, tú lo has entendido a la primera…